lunes, 19 de enero de 2015

CUENTO GANADOR: AVENTURA ECOLÓGICA


 
Hace 25 años, unos niños llamados Floritín y Pecatín que tenían 8 y 9 años vivían en Logroño y les gustaba jugar a agricultores. Entonces, los niños les dijeron a sus padres si podían ir a vivir a un pueblo, ya que en la ciudad no hay campos para poder cultivar.  A sus padres les pareció una buena idea para sus hijos y para ellos, que se habían quedado sin trabajo.

Pasaron dos meses y decidieron ir a vivir a Albelda, el pueblo les encantó porque tenía muchos campos agrícolas de diferentes productos. Floritín y Pecatín fueron  con sus padres para ver qué tierras podían comprar y después de dos días consiguieron un poquito de tierra para poder plantar unas pocas verduras y frutas. Los niños, con ayuda de sus padres, plantaron fresas, manzanas, cebollas, alubias… Después de varios días, sus cultivos empezaron a ponerse malos, los niños estaban muy tristes porque habían trabajado muchísimo.

Entonces, estaba por allí un agricultor que al verlos tan tristes se acercó y les preguntó que les ocurría. Éstos le contaron lo que pasaba con sus cultivos y él se echó a reír. 

El agricultor, que era muy sabio en agricultura, les explicó que podían tratar las plantas de dos formas diferentes: una de ellas era echándoles venenos para matar a los bichos que las atacaban y la otra forma era sin usar venenos, quitando las hierbas que salen al lado de las plantas y estando muy pendientes de ellas. Ésta última se llamaba cuidado ecológico.

A Floritín y Pecatín les convenció más la segunda opinión, ya que los venenos eran algo que les parecía horrible. Después de trabajar varios meses, empezaron a llegar sus frutos, estaban muy contentos y recogieron muchísima fruta y verdura. Cuando llegaron a casa con todo aquello, sus padres se alegraron y decidieron poner un puesto para vender las frutas y verduras y así ya tendrían trabajo. Su tienda se llamaba “Aventura Ecológica”.

Isabel Bretón Perez